A 16 días de la marcha indígena en defensa del TIPNIS, el Gobierno puso cuatro condiciones para instalar el diálogo y los movilizados decidieron dar un plazo hasta las 17.00 de hoy para que ello ocurra, antes de continuar su caminata rumbo a San Borja, a 400 kilómetros de La Paz.
Movilización. Los indígenas de tierras bajas retomarán hoy su marcha hasta la localidad de San Borja, Beni.
Las condiciones que puso el Gobierno son: que los indígenas elijan a un grupo de representantes, que las reuniones se realicen en un lugar alternativo a la marcha, que en el mismo no participen los cientos de marchistas y que también sean partícipes de las conversaciones otros sectores que apoyan el proyecto carretero.
“Nos parece que ése es un escenario efectivo de un diálogo”, justificó ayer el ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, durante una conferencia conjunta que ofreció en el Palacio de Gobierno junto a su homólogo de Comunicación, Iván Canelas.
Ya en la noche, en El Totaizal, a 20 kilómetros de San Borja, los marchistas se reunieron en una asamblea para analizar la posición que asumió el Gobierno y determinaron ajustar su plataforma de demandas, basada en 16 puntos, para responder a la oferta de diálogo bajo las cuatro condiciones.
Acordaron entregar hoy a las 10.00 este documento al defensor del Pueblo, Ronaldo Villena, para que lo ponga en conocimiento del Ejecutivo, y esperar hasta las 17.00 la instalación del diálogo antes de reunirse en otra asamblea para aprobar la continuidad de la marcha.
Antes de que se adoptara esta decisión, aproximadamente a las 23.00, el dirigente indígena Adolfo Chávez había anunciado en San Borja que la marcha se reanudaría la mañana de hoy, tal como lo hizo en declaraciones a la red Erbol el dirigente de la Confederación Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) Rafael Quispe.
“Esta demanda pretende que la economía no esté activa y ése es un tema imposible de atender”, sostuvo el Ministro de Comunicación con relación a la posible paralización en la exportación de hidrocarburos.
Según Canelas, la suspensión de la construcción de caminos también es inatendible, porque significaría dejar sin trabajo a miles de obreros. “(Esto) significaría desocupación, atraso y otro conflicto con otras regiones”, afirmó.
La marcha partió desde Trinidad el 15 de agosto con al menos 1.000 indígenas que se oponen a que el tramo II de la carretera Villa Tunari (Cochabamba)-San Ignacio de Moxos (Beni) cruce el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Canelas indicó que tampoco es atendible el pedido de los indígenas de recibir directamente las retribuciones, en dinero, por compensaciones por mitigación de gases de efecto invernadero financiados por las organizaciones no gubernamentales.
“(Esto) significaría hipotecar y privatizar nuestros bosques. Lo peor es que significaría avalar, por recibir unos recursos, autorizar la destrucción de la naturaleza y la Madre Tierra, es decir que los países industrializados que pagarían por la conservación de nuestros bosques tendrían la autorización para seguir emitiendo gases de efecto invernadero destruyendo el mundo”.
Delgadillo explicó detalles de dos intentos de diálogo. Dijo que no es posible dialogar con amenazas, agresiones e imposiciones. “Hemos sido agredidos, maltratados, insultados (...) ¿Cómo manejarse en ese escenario donde las posibilidades de decir la verdad, nuestra verdad, son absolutamente pequeñas?”, preguntó la autoridad.
Políticos a favor y en contra
Políticos oficialistas y opositores polemizaron ayer sobre la marcha indígena. El jefe de bancada de Concertación Nacional (CN), Osney Martínez, pidió al presidente Evo Morales dejar a un lado la ‘soberbia’ y reunirse con los marchistas. “No veo por qué el Presidente no quiere ir a dialogar”. En cambio, el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Eugenio Rojas criticó el uso de niños y mujeres embarazadas en la marcha indígena. “No hay seriedad en los dirigentes porque no informan a sus bases”, afirmó. El diputado de CN Andrés Ortega sostuvo que el Gobierno debió resolver el conflicto antes de que la marcha se masifique.
El defensor del Pueblo, Rolando Villena, intermedia en el acercamiento que conduzca al diálogo entre autoridades del Gobierno y los marchistas que rechazan la construcción de una carretera que pasaría por la reserva del TIPNIS.
Ayer, aproximadamente a las 20.00, la autoridad llegó hasta El Totaizal, donde los marchistas se encontraban reunidos en asamblea, para interponer sus buenos oficios.
A las 22.20, los indígenas lo recibieron en su reunión para informarle, en poco más de media hora, su posición sobre la propuesta de diálogo que hizo el Ejecutivo con base en cuatro condiciones. “Hubo una explícita conformidad con todo (...) Este avance ha sido muy importante en los términos del acercamiento”, dijo.
Agregó que los marchistas le pidieron que se convierta en un intermediario para hacer conocer al Gobierno su posición sobre el diálogo, que los movilizados exigen que se realice sobre la base de su pliego de 16 puntos.
Villena dijo que los marchistas se encuentran “con la disposición de que el diálogo se instale” y agregó que lo único que no les gustó de la carta enviada por el Ejecutivo es que esté firmada por el ministro de la Presidencia, Carlos Romero.
El Defensor del Pueblo regresará hoy a las 10.00 a El Totaizal para recibir una plataforma de diálogo que aprobarán los indígenas hasta esa hora. Posteriormente cumplirá una labor de enlace con las autoridades del Gobierno
Fuente: La Razón
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